Por Alberto Benza
Al dirigirnos a las instalaciones del club Sporting Cristal en La Florida, encontramos calles numeradas: Calle Uno, Calle Dos, Calle Tres, etc. Imaginemos a un transeúnte despistado buscando, por ejemplo, la Calle Uno. De repente, se da cuenta de que en la capital hay varias calles con esa denominación: en Cercado, en Callao (dos veces), en Santiago de Surco, en Córpac (San Isidro), sin contar la Calle Uno de La Florida. Una alucinante desorientación.
Años atrás, El Portal Celeste lanzó una exitosa campaña para denominar las tribunas del estadio Alberto Gallardo con los nombres de ídolos celestes como Alfredo Quesada, Julio César Uribe y Roberto Palacios. ¿Por qué no bautizar también las calles de La Florida con los nombres de los ídolos del club, empezando por los fundadores Ricardo Bentín y Esther Grande de Bentín, grandes benefactores de la sociedad y del deporte en todo el Perú? Sería hermoso que las calles en las inmediaciones del club llevaran sus nombres. No se pierde nada intentando hablar con las autoridades del distrito.
Y no es ninguna huachafería. En Ate existe la Calle Lolo Fernández y en La Victoria hay varias con nombres de antiguas figuras del equipo de Matute. ¿Por qué no perennizar en La Florida las 21 calles con nombres de glorias celestes?
Imaginemos a un niño dirigiéndose a entrenar a La Florida. Pasar por esas calles sería como la transmisión de un encuentro de fútbol: «Toma por Rafael Asca (Calle 1), cruza por Orlando de la Torre (Calle 12), dobla por Alfredo Quesada (Calle 17), desemboca en Julio César Uribe (Calle 16), camina dos cuadras y sigue por Alberto Gallardo (Calle 18). ¡Gooool! Llegaste al club».
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